El joven se disponía a cruzar la calle en las esquinas de Francisco Vega y Lucas Ortiz en esta ciudad de Las Tunas y sus oídos, ocupados en la canción de moda que salía de sus preciosos audífonos color violeta no le permitieron fijarse en el carro rojo, marca NIVA, que iba detrás de él, presto a lo mismo.
Se paró en la acera, miró a un lado, luego al otro y…
se lanzó. Para suerte suya el auto en cuestión tenía muy buenos frenos y el
chofer, diestro y experimentado, desvió “el asunto” tras una sencilla maniobra.
Lo preocupante, más que la indisciplina en la vía, fue el
hecho de que el muchacho joven, el peatón, se alteró sobremanera y gesticuló
hasta el cansancio “porque él iba a cruzar la calle” y ya.
Entonces me fijé en algo que se ha estado volviendo
habitual y que enseguida comentaron quienes, como yo, vieron lo que allí sucedía:
el joven con sus grandes y coloridos audífonos violeta no podía estar al tanto
de todos los ruidos que le rodeaban.
Y es que ahora proliferan en las calles de esta pequeña
comarca los desenfadados que van escuchando una canción de moda mientras andan
en bicicleta, caminan hasta la escuela o, como el joven que les comento hoy,
cruzan la esquina.
Un señor me dijo después: “mire periodista, debía existir una ley que, como mismo exige
porque se cumpla el código de vialidad y tránsito por parte de los choferes,
sancione a los peatones que son irresponsables y andan por ahí como si fueran
dueños de la calle”.
Entonces llegaron las anécdotas: que si a la salida del
preuniversitario todos se ponen sus
audífonos como si hubieran nacido con ellos; que si una señora se lanzó a
cruzar con la luz equivocada en el semáforo frente a la Casa Azul y no escuchó
el ruido de un camión y cosas así, tan triste, tan riesgosas, tan habituales.
Es bueno, muy bueno, que lleguen los adelantos de la
tecnología hasta la casa, especialmente hasta los más jóvenes de cada hogar;
sin embargo, la medida, el lugar, la circunstancia también tienen que llegar
con ellos.
En la vida, reza un viejo refrán, vista hace fe, pero en la vía lamentablemente
con la vista, no alcanza.
Estar atentos de los sonidos, los ruidos y hasta los
silencios a nuestro alrededor también nos hace responsables y eso es muy
difícil si andamos con la canción de moda y unos preciosos audífonos violeta o
de cualquier otro color.
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