Supe entonces que había nacido allí mismo, en la comunidad de La Veguita, un espacio rural de esta ciudad de Las Tunas vinculado especialmente a la producción de alimentos, y que estaba decidida a ser una gran amazona.
Supe además que el gusto por las bestias le llegó un día, cuando tenía apenas los siete años cumplidos y parecía, desde entonces, le duraría toda la existencia.
La reencontré hace poco, en medio del ajetreo de esta ciudad por el Día Internacional de los Trabajadores y enseguida quise conversar más con la muchacha, la amazona del bloque de los Agropecuarios, presto a ser el primero en desfilar por la Plaza de la Revolución Mayor General Vicente García.
Me aseguró que sí, nació y piensa estar toda su vida en el campo, adora despertar con sus ruidos, criar animales y, sobre todo, disfruta mucho salir por ahí, montar caballo sin que nada ni nadie dominen su ímpetu ni midan sus energías.
Este fue su primer Desfile de Primero de Mayo y, me aseguró que estuvo bastante ansiosa durante varios días y muy impresionada por tanta iniciativa, el tumulto en la Plaza y la alegría de todo el que la rodeaba: «dondequiera que mirabas, encontrabas a alguien que estaba sonriendo, con alegría».
Estudia en el Centro Mixto Ramiro Santiago el primer año de la especialidad de Zootecnia y Veterinaria porque tiene la meta de superarse, de ayudar a sus padres, campesinos de toda la vida, y de construir su futuro a fuerza de trabajo y empeño.
Es la mayor de dos hermanos y no, el suyo no parece igual de animado por los caballos; prefiere los partidos de fútbol, aunque claro, afirma: ya crecerá.
Ella se llama Yeniset Pérez, tiene 16 años y es parte del equipo de Rodeo de Las Tunas, campeón nacional. Es de pocas palabras, mira de frente y tiene la sonrisa amplia de la gente sencilla que no se deja vencer. Ahora lo sé, con total certeza.
Tomado de Tiempo 21
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