El que transite por estos días las calles de esta ciudad y no esté acostumbrado el paso sencillo de esta comarca puede pensar, de manera equivocada, que la vida transcurre de forma apacible por estos lares.
Sin embargo, si es de los que conoce del andar desenfadado de los lugareños, de seguro percibe el hálito de ansiedad, expectativa y confianza que bulle en todas las esquinas de este terruño oriental.
En las calles tropiezas con muchas personas buscando aquí o allá lo que les resulta necesario para estos días, encuentras al que está asegurando ventanas y puertas, poniendo precinta en los cristales de las tiendas y haciendo las mil y una para garantizar el cuidado de todo lo que le es valioso ante la inminente afectación que vendrá de la mano del huracán Matthew.
Son días estos en los que se duerme poco y se atiende con especial interés toda la información asociada al paso inminente del Huracán por estas tierras del oriente de Cuba.
Jornadas en las que las autoridades de la Defensa Civil están
pendientes hasta de los detalles más mínimos y donde la preservación de
la vida humana resulta la gran urgencia, amén de que también se ponga
esmero en el cuidado de los recursos materiales y tecnológicos de la
provincia.A pesar del poderoso evento meteorológico que amenaza la región hay certeza en el trabajo de todos, en la fuerza infinita que, desde la organización y el desvelo, nos hará sonreír confiados más allá de los vientos de Matthew.
Tomado de tiempo21.cu
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