Conocí al joven Darel
García en medio del ajetreo de los actos que por estos días transcurren en LasTunas como parte de la Jornada de repudio ante los intentos de subversión del
gobierno norteamericano a través de la ONG World Learning y me sentí feliz.
Es un muchacho
desenfadado que parece caminar al ritmo de su tiempo y habla de la novia, de
las salidas en los carnavales y del compromiso con la Patria con la disposición
certera de quien sabe tendrá tiempo para todo, porque la vida le alcanza para
eso y para más.
Mientras lo miro,
me voy dando cuenta de que este muchacho encaja perfectamente en el perfil que
buscan quienes apuestan a una Cuba distinta y pretenden construirla desde
muchas millas fuera: jovencísimo, lleno de sueños, líder natural, alegre,
emprendedor, desenfadado. Entonces, comienza a hablar.