lunes, 14 de noviembre de 2016

Audífonos vs tránsito


El joven se disponía a cruzar la calle en las esquinas de Francisco Vega y Lucas Ortiz en esta ciudad de Las Tunas y sus oídos, ocupados en la canción de moda que salía de sus preciosos audífonos color violeta no le permitieron fijarse en el carro rojo, marca NIVA, que iba detrás de él, presto a lo mismo.

Se paró en la acera, miró a un lado, luego al otro y… se lanzó. Para suerte suya el auto en cuestión tenía muy buenos frenos y el chofer, diestro y experimentado, desvió “el asunto” tras una sencilla maniobra. 


Lo preocupante, más que la indisciplina en la vía, fue el hecho de que el muchacho joven, el peatón, se alteró sobremanera y gesticuló hasta el cansancio “porque él iba a cruzar la calle” y ya.

Entonces me fijé en algo que se ha estado volviendo habitual y que enseguida comentaron quienes, como yo, vieron lo que allí sucedía: el joven con sus grandes y coloridos audífonos violeta no podía estar al tanto de todos los ruidos que le rodeaban.

Y es que ahora proliferan en las calles de esta pequeña comarca los desenfadados que van escuchando una canción de moda mientras andan en bicicleta, caminan hasta la escuela o, como el joven que les comento hoy, cruzan la esquina.

Un señor me dijo después: “mire periodista,  debía existir una ley que, como mismo exige porque se cumpla el código de vialidad y tránsito por parte de los choferes, sancione a los peatones que son irresponsables y andan por ahí como si fueran dueños de la calle”.

Entonces llegaron las anécdotas: que si a la salida del preuniversitario  todos se ponen sus audífonos como si hubieran nacido con ellos; que si una señora se lanzó a cruzar con la luz equivocada en el semáforo frente a la Casa Azul y no escuchó el ruido de un camión y cosas así, tan triste, tan riesgosas, tan habituales.

Es bueno, muy bueno, que lleguen los adelantos de la tecnología hasta la casa, especialmente hasta los más jóvenes de cada hogar; sin embargo, la medida, el lugar, la circunstancia también tienen que llegar con ellos.

En la vida, reza un viejo refrán,  vista hace fe, pero en la vía lamentablemente con la vista, no alcanza.

Estar atentos de los sonidos, los ruidos y hasta los silencios a nuestro alrededor también nos hace responsables y eso es muy difícil si andamos con la canción de moda y unos preciosos audífonos violeta o de cualquier otro color.

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