martes, 17 de mayo de 2016

Homo



Tengo un amigo homofóbico, joven periodista apasionado, que nunca ha visto Fresa y Chocolate porque «es una película de homosexuales y lo único que hace es darle espacio y voz a esa gente».

Sé del padecer  del más  reciente viaje a La Habana de otro tunero, al que le  tocó compartir asiento en la guagua  con «un enfermo de esos»  y se cambió al único sitio vacío (por roto);  llovió en el camino, el agua se filtró y la gripe que sobrevino pudo acabar peor, aunque  fue solo eso, una gripe: «pero primero muerto que ocho horas de guagua al lado de un m…», me dijo.

 Mi tío, cincuentón y terco, por poco muere de disgusto el día en que su hijo adolescente llegó a la casa a estudiar con un grupo que incluía a un muchacho con arete y pelo largo; y poco le importó que el joven en cuestión estuviera todo el tiempo de la mano de su novia, «tiene aretes y el pelo largo, va por mal camino y  no es compañía para el niño, ¡qué va!».

Y yo reía y recordaba, como hago ahora, el dicho que le he escuchado toda la vida: «hombre, lo que se dice hombre, pelo corto, sin aretes y carácter mija, mucho carácter»; ¿se imaginan?, el carácter de mi tío está más o menos entre las piernas de alguien, sería hasta cómico si no fuera radicalmente triste.
Y es triste, pero  también conozco algunas historias de la otra cara de la moneda.

Recuerdo ver a una amiga de infancia, talentosa y feliz,  languideciendo y recuerdo el drama interior que fue para ella asumirse como homosexual: no puede ser – me decía entonces-  yo quiero ser distinta pero no puedo, a mí me gustan las mujeres, ¿qué hago para no ser así?

Sus lágrimas fueron muchas y con ella las de quienes le queríamos distinta, especialmente su mamá y fue duro su «combate» interior por asumirse entera y lo logró, pero  muy a fuerza de empellones, miradas burlonas y «amigos amiguísimos» que dejaron de contestar, incluso, sus buenos días.

Me viene a la menta la historia que me contaran otro día, la del padre «macho» que negó el saludo a su hijo homosexual pero acudía puntualmente a la cárcel para dar un beso y todo su apoyo a su otro hijo, el mayor, que estaba preso y siempre decía al que le preguntaba para donde iba:«voy a ver al niño porque se equivocó, sí, pero  a un hijo jamás se le abandona» … ¿Y entonces?

Estoy convencida de que hemos ganado mucho los cubanos en materia de igualdad, respeto y autodeterminación, sé también que no se destierran siglos de machismo en unas décadas y también tengo la convicción de que si comparamos a Cuba y su realidad homofóbica con la del resto del continente americano, por ejemplo, tenemos una verdad de privilegio.

Creo que lo más importante es el Ser Humano, en mayúsculas, sin importar qué pasa detrás de la puerta de su cuarto y entenderlo así, pienso, nos hace mejores.

De eso me dio lección de vida  la foto que vi  de una señora que marchaba en La Habana abriendo una jornada contra la homofobia, hace unos años,  y traía  en sus manos alzadas un cartel grande que decía: «Tengo un hijo homosexual y es un hombre maravilloso».


2 comentarios:

  1. una vez más como muchas veces me has hecho llorar, una vez más me siento identificada con tus palabras y claro sabiéndome parte de la historia, me siento hasta orgullosa, bueno, como no serlo cuando tengo en mi vida una amiga, hermana, especial como tú, tengo certeza absoluta que si todos pensaran como tú el mundo sería cada vez mejor, en esta era de crisis económica y politica, de guerras de hambruna, de drogas y de muerte, ser homofóbico es tan insólito que cuesta entender como es que hay personas que prefieren preocuparse por este tipo de "problemas" sin ver que lo importante va mucho más que el simple hecho de definirse homosexual, el principio de vida de todo ser humano debia ser el amor al projimo independientemente de todo, mil gracias por siempre, siempre poder contar contigo!

    ResponderEliminar
  2. Celebro este día doble. Primero porque apoyo 100% a mis amig@s con condición sexual distinta y segundo, por el día del campesino que no sé porqué me siento más guajiro este día jajaja. Muy pero muy bonita reflexión!!!

    ResponderEliminar