miércoles, 20 de julio de 2016

Las Tunas de cara a los tiempos actuales

A cualquier hora, esta ciudad es un hervidero de gente, que huye del verano caluroso, pero, que se dispone a vivir cada momento con alegría porque se mantiene la vitalidad de todos los servicios básicos, a pesar de los oscuros augurios de los mentirosos que desde Miami anunciaban un apocalipsis en Cuba.
Cuando se hicieron públicas las disminuciones en el uso de los portadores energéticos que tiene actualmente el país, hablaron de un período especial más crudo que el vivido a inicios de la década del 90 del pasado siglo, y anunciaron noches tristes sin luces, platos a medio llenar durante las comidas y estantes vacíos en las tiendas.
Nada de eso ha pasado. En la clausura del VII Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el presidente cubano, General de Ejército Raúl Castro Ruz, dijo que «no negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas».
Y así se demuestra en la provincia de Las Tunas. Fluyen todas las actividades, con la normalidad de siempre, y apenas se notan los cambios pues las reducciones se concentran en el sector estatal, para no afectar los servicios básicos a la población.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos tienen garantizada la salud pública, desde los análisis elementales hasta los exámenes más especializados, pasando por la atención en cada comunidad y barrio, los policlínicos, hospitales y los centros especializados en pacientes diabéticos, psiquiátricos, nefrópatas y otros.
En el sector educacional no se cerrará ni un círculo infantil, ni un Palacio de Pioneros, ni una escuela, por más intrincada que se encuentre dentro de la geografía tunera. Y cada aula despertará en septiembre con maestros, libros, pupitres, pizarras y cuantos recursos materiales hagan falta para el proceso docente educativo.
Por ahora no habrá cortes de energía eléctrica en las zonas residenciales ni en las tiendas y los restaurantes; y los cubanos seguiremos recibiendo la cuota básica que llega a todos cada mes, sin importar la ideología, el sexo, la raza, el nivel cultural, las creencias religiosas ni las preferencias sexuales.
La producción de diferentes renglones también continúa en este terruño con la voluntad de los colectivos, tanto de las grandes industrias como de los pequeños establecimientos. Acinox-Tunas es un ejemplo del empeño que ponen sus trabajadores para aportar a la economía del país.
La disminución en el uso de los portadores energéticos no afectará a los cultivos varios ni a la ganadería; se mantiene la intención de acopiar más leche, carne, viandas, frutas, granos y hortalizas para sustituir importaciones y garantizar la sostenibilidad en las placitas y los mercados agropecuarios estatales.
Se preparan los ingenios azucareros para la venidera zafra, varias obras socioeconómicas se inaugurarán en los próximos días, las playas y los ríos acogen a miles de veraneantes y casi comienza la Serie Nacional de Béisbol, en su edición 56.
En conclusiones, la vida sigue en Las Tunas y de igual forma ocurre en todo el archipiélago, aunque en otras latitudes las aves de rapiña afilen sus garras soñando con un futuro que no llegará porque el pueblo hará frente a las dificultades, de la mano del Partido Comunista de Cuba y con el ejemplo de los héroes y mártires de la Patria.

Tomado de tiempo 21

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